lunes, 29 de octubre de 2007

Antonio Jiménez despliega todo su color en Benalmádena

Azul, Rojo y Blanco son colores que claman libertad, igualdad y fraternidad. Los utilizó el cineasta polaco Kieslowsky para su famosa trilogía. También son los que priman en la paleta del pintor malagueño Antonio Jiménez. Por ello, Tomás Paredes, presidente de la Asociación de Críticos de Arte de Madrid, ha querido hacer este paralelismo al comisariar la muestra que brinda a Málaga una nueva oportunidad de reencontrarse con la obra de Jiménez. Un total de 40 pinturas y 18 esculturas se exhibirán en el Centro de Exposiciones de Benalmádena desde mañana hasta el 30 de diciembre.

"La pintura española contemporánea tiene muchos grises y marrones, colores más sobrios, pero para mí todos son válidos", opina Antonio Jiménez. "Para mí, el azul significa libertad", añade el autor que se considera muy mediterráneo. Ya sea en Málaga o en Caños de Meca, el mar tiene un peso indudable en su imaginario. "El rojo en mi obra significa muerte, también amor, es un color muy profundo que llama a sentimientos de drama, de fortaleza o disputa", explica el artista. A fuerza de un trabajo constante, algunos de sus rojos consiguen una luz propia que parece iluminarlos desde el interior.

Por otra parte, el blanco representa para Jiménez la inocencia, la bondad, "lo más bonito de la vida". "Pintar un cuadro blanco es lo más hermoso y difícil que hay", comenta Jiménez. En la muestra se han seleccionado obras de 2004 y 2006 y dos cuadros que el pintor considera emblemáticos de su carrera, Amazonas, de la serie los ríos y que se expuso en la antológica que se celebró en el Palacio Episcopal, y Casa, una obra de finales de la década de los 80.

"Sigo con el mismo proceso de trabajo aunque quizás se trate de una obra más sintetizada, menos barroca", analiza el malagueño, que intenta dar aún más volumen a sus cuadros hechos de tierra de sílice, de polvo de ladrillo o de mármol, mezclados con óleo. "Lo que hago es una cocina muy mía, con elementos del subconsciente y recuerdos de la niñez, la obra siempre es el reflejo de la persona", reconoce el artista, muy satisfecho con el montaje de la exposición que se inaugura mañana.